1º Nunca te pintes las uñas después de bañarte. El agua se filtra entre las capas de las uñas y el color no se fija bien. Espera un buen rato porque la humedad y la grasa impiden que la laca de uñas se adhiera bien.
2º No soples las uñas. El aliento contiene humedad y el esmalte de reblandece. Lo mismo pasa si utilizas un secador de pelo pues el calor hace que se ablande la pintura y tarde más en secarse.
3º No seques las uñas al Sol o en una fuente de calor porque la laca de uñas se puede levantar e incluso puede variar su color.
4º No las recortes finas y alargadas porque aparte de estar pasadas de moda, el corte cuadrado evita que se rompan con facilidad. Cuadradas quedan más bonitas y se pueden pintar de cualquier color.
5º Nunca debes aplicar un color intenso sin una base. Si no usas una base protectora antes de un color intenso la queratina de tus uñas quedará teñida y no podrás eliminar del todo el color.
6º No cortes las cutículas ya que forman una barrera natural contra las bacterias. Solamente echa las cutículas hacia atrás con un palito de naranjo, pero con cuidado ya que podrías dañar la matriz de la uña y hacerte daño.
7º No uses esmaltes nacarados o con purpurina si tienes estrías pues solo conseguirás que se noten más las imperfecciones.
8º No debes aplicar el esmalte protector si la laca de uñas no está totalmente seca. La función del protector es fijar el color y protegerlo de golpes pero si no está seca la capa anterior tardará mas en secarse y se corre el riesgo de mezclar ambas capas.
9º No debes usar demasiada laca de uñas porque a veces quedan grumos y se forman burbujas. Eso podría arruinar toda la manicura.
10º Tampoco pases dos veces por el mismo sitio. Es preferible aplicar una segunda capa cuando la primera se seque.
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